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jueves, 24 de febrero de 2011

Infección en los bronquios: ¿Qué hacer?

La bronquiolitis es la infección de los bronquíolos, que son la parte final y más delgada del árbol bronquial que se abre ya en los alvéolos pulmonares. Esta enfermedad, casi exclusiva del lactante y del niño menor de dos años, puede ser producida por distintos virus, pero sobre todo por el llamado "virus respiratorio sincitial" o VRS, y se manifiesta básicamente por silbidos y dificultad respiratoria. Paralelamente, las bronquitis serían la infección de los bronquios más grandes que nacen en la tráquea y se van bifurcando hasta acabar en los bronquíolos. Sin embargo, los pediatras utilizan este término siempre que la auscultación demuestra que existe obstrucción bronquial, que puede ser causada por un virus pero también por una inflamación no infecciosa, por ejemplo, alérgica.

Esto último sería lo que sucede de forma repetida en el asma: traduce una especial sensibilidad de los bronquios, que reaccionan exageradamente ante diversos agentes (ácaros del polvo y pólenes, pero también virus, aire frío y humedad), cerrándose e inflamándose y causando la consiguiente dificultad respiratoria.

Bronquiolitis, bronquitis y asma comparten obstrucción del árbol bronquial, silbidos y dificultad respiratoria, pero, además, las bronquiolitis pueden facilitar o causar la aparición de asma bronquial, aunque algunos especialistas creen que en realidad son ya su primera manifestación. Por otro lado, muchos pediatras emplean el término bronquitis por no alarmar con la palabra asma, de modo que los límites entre esas tres entidades se hacen todavía más imprecisos.

La bronquiolitis suele iniciarse con un cuadro catarral de las vías respiratorias altas y síntomas superponibles a los de un resfriado común, pero al que a los dos o tres días se añaden signos de dificultad respiratoria, de intensidad variable, consecuentes a la inflamación y obstrucción que el virus ha ocasionado en los bronquíolos:

- Aumento de la frecuencia respiratoria, superior a 50 respiraciones por minuto.

- Aleteo nasal, con dilatación de los orificios nasales en cada inspiración, y tiraje intercostal o hundimiento de los espacios que separan las costillas, como expresión del esfuerzo que debe hacer para que llegue aire a sus pulmones.

- Quejido espiratorio, como un gruñido, por la dificultad que tiene para sacar aire.

- Sibilancias o pitos como silbidos, también espiratorios.

Este esfuerzo puede ser agotador para el bebé, que debe ser atendido lo antes posible, pero cuando a estos signos se añade la cianosis o coloración azulada en labios y dedos, es que la respiración no es sólo difícil sino insuficiente, pues ya no logra oxigenar adecuadamente la sangre, y aunque el niño ya haya sido visitado y diagnosticado, se debe acudir urgentemente al hospital, igual que si se le observa aletargado o los síntomas de dificultad empeoran.

En los casos leves, el tratamiento es muy pobre, porque los antibióticos son totalmente inefectivos para tratar cualquier infección vírica, y los bronquíolos del bebé no responden a los medicamentos que se emplean para dilatar y desinflamar los bronquios en el asma, de modo que se reduce a los mismos cuidados que se recomiendan para un resfriado (suero fisiológico, aire limpio y buena hidratación), pero manteniendo una actitud de expectación armada, porque si empeora, el tratamiento debe ser hospitalario y el niño puede llegar a requerir de cuidados intensivos.

Que hacer con la fiebre en el bebé

El síndrome febril, caracterizado por aumento de la temperatura corporal y la aceleración de la frecuencia cardiaca y respiratoria, forma parte de la respuesta defensiva del organismo y es un síntoma muy característico de las enfermedades infecciosas.

Sin embargo, no es exclusivo de ellas y también puede aparecer en enfermedades inflamatorias generalizadas, como algunos reumatismos de los niños; y en el caso de los bebés, no es nada raro que la deshidratación y el exceso de abrigo causen un aumento de temperatura.

A la inversa, también es posible que una infección grave no dé fiebre, precisamente en los recién nacidos y en organismos muy debilitados incapaces de reaccionar contra los microbios. Durante las primeras semanas, la ausencia de fiebre no excluye una infección, que puede manifestarse por signos más sutiles, como palidez, somnolencia y rechazo del alimento.


Temperatura normal

La temperatura corporal fluctúa ligeramente según la actividad física y la hora del día, siendo siempre más alta al atardecer, aunque esta variación es menos acentuada en los bebés y niños. La edad también influye, y en promedio, los niños tienen algunas décimas más que los adultos.

La temperatura rectal es aproximadamente medio grado más alta que la axilar y puede aumentar hasta un grado más si el niño está llorando. A efectos prácticos, puede considerarse que existe fiebre cuando la temperatura es superior a 37 grados en la axila o a 37,5 grados en el recto.


Determinación de la temperatura

- Si el bebé parece estar bien, no es necesario ni recomendable comprobar su temperatura de forma rutinaria.

- La temperatura de la piel puede hacer sospechar que un niño tenga fiebre, pero para afirmarlo con certeza es preciso utilizar el termómetro.

- El recto y la axila son los lugares en los que se suele tomar la temperatura del bebé. Determinarla en el recto es más rápido y exacto, pero se corre el riesgo de lesionarlo si, por error o con un movimiento brusco del niño, el termómetro se introduce demasiado. Este peligro desaparece si se emplean termómetros especialmente diseñados para tomar la temperatura rectal en los bebés, con un tope que impide una introducción accidental excesiva.

- Para ponerlo en la axila, lo más cómodo es sentar al niño de espaldas sobre la falda rodeándole con un brazo, colocarle el termómetro y sujetarle el brazo en cabestrillo con la mano libre. Conviene asegurarse de que la punta del termómetro quede realmente en el hueco de la axila y no se salga por el otro lado.

- Para ponerlo en el recto, se coloca al niño boca abajo, separando las nalgas con dos dedos de una mano, y se introduce con la otra la punta del termómetro previamente lubricado con vaselina o aceite, orientada hacia el ombligo. No es recomendable emplear termómetros normales en el recto, pero en todo caso, durante el primer año no deben entrar más de un centímetro y medio.

- En la axila, un termómetro de mercurio convencional debe mantenerse de 3 a 5 minutos y en el recto, de 2 a 3.

- Los termómetros digitales compensan con su resistencia el coste de las pilas, se leen sin ninguna dificultad y muchos modelos avisan cuando ya han medido la temperatura, abreviando el proceso.

- A pesar de su espectacular rapidez, los nuevos termómetros que toman la temperatura en el oído no gustan demasiado a los pediatras, que siempre prefieren saber la axilar o rectal. De todas formas, dado el tamaño del cabezal de lectura, tampoco pueden emplearse en menores de seis meses.

El cólico del lactante o cólico del primer trimestre

Suele iniciarse alrededor de la segunda semana de vida y persiste hasta el tercer o cuarto mes. Diariamente, a menudo desde el atardecer hasta entrada la madrugada, pero también a cualquier otra hora, el niño empieza a llorar de forma inconsolable, gritando y encogiendo las piernas como si le doliera el vientre, que puede observarse algo abombado y lleno de gases que a menudo elimina en forma de ventosidades. Esos signos hicieron creer que la causa de llanto eran los espasmos de la musculatura intestinal, y de ahí que se le conozca como "cólico", pero no hay ninguna certeza de que así sea. Los bebés no son capaces de localizar el dolor, y cuando lloran tragan mucho aire, de modo que, a pesar de las apariencias, el problema no tiene por qué originarse en su tubo digestivo.

Afortunadamente, notodos los niños que lloran cada tarde padecen un cólico del lactante. Es habitual que entre las seis y las doce de la noche los bebés estén más nerviosos (y los padres más cansados) y se acepta como normal que lloren hasta un máximo de tres horas a las seis semanas de vida, disminuyendo a partir de entonces hasta una o dos horas diarias a los tres meses.

Es posible que los mismos mecanismos que explican ese llanto considerado normal (tensión del niño y ansiedad de los padres) causen en bebés muy sensibles el cuadro más aparatoso y prolongado del cólico, y que sea efectivamente el intestino lo que tengan muy irritable; pero lo cierto es que todavía no hay ninguna explicación satisfactoria al respecto. Probablemente, el cólico sea además un cajón de sastre en el que se incluyen distintos problemas. Algunos casos podrían explicarse por una alergia a la leche de vaca (la del biberón, o la que toma la madre que da de mamar) y también cabe que un reflujo que no llegue a causar regurgitación visible de leche sea capaz, sin embargo, de producir una molesta quemazón en el esófago del bebé; pero en realidad, estos niños no padecerían un auténtico cólico, sino un proceso que se confunde con él.


CÓMO SUPERAR EL CÓLICO DEL LACTANTE

Partiendo de que es un problema de causa desconocida y de que no hay ningún medicamento ni remedio que lo solucione de forma drástica, hay, sin embargo, una serie de recomendaciones que pueden hacerlo más leve y fácil de sobrellevar, siguiendo siempre, por supuesto, las indicaciones del pediatra, que, por ejemplo, quizá crea conveniente empezar por descartar una alergia a la leche de vaca.


- Si se le cría al pecho, eliminar cualquier excitante de la dieta de la madre.

Aunque pequeñas cantidades de cafeína no suelen afectar al bebé, en estos casos conviene suprimir totalmente café, té y bebidas que la contengan, al menos a título de prueba.


- Combatir los gases.

Procurar que trague el menor aire posible con el biberón (tetina siempre llena de leche y orificio de tamaño adecuado) y que eructe bien después de las tomas, así como administrarle un medicamento antiespumante si el pediatra lo recomienda, restará la influencia que los gases puedan tener en su caso.


- Anticiparse al problema.

En muchos casos, el llanto se inicia casi matemáticamente a una misma hora, de forma que si se le saca a pasear en el cochecito un rato antes, es posible que pase el momento crítico dormido.


- Descartar con calma otras causas de llanto.

Aunque ya se sepa por experiencia que no es el hambre ni el calor, ni la suciedad, ni la falta de compañía lo que le hace llorar, comprobarlo rutinariamente con una actitud sosegada, hablándole con suavidad, tratando de transmitirle seguridad y confianza.


- Aplicar metódicamente las técnicas de tranquilización.

Chupete, movimiento, contacto físico, masaje, música o sonidos pueden calmarle más o menos transitoriamente. Pasear con el bebé en la mochila, acunarle o descansar con él acostado sobre el vientre suele ser lo más eficaz.


- Tener siempre presente la convicción de que el niño está sano.

Si a la frustración y agotamiento que causa el llanto inconsolable del bebé se añaden dudas sobre su salud, será casi imposible mantener la calma que conviene transmitirle. Esto requiere que el pediatra confirme que efectivamente se trata de un cólico y que controle la evolución del niño.


- Aceptar el llanto del bebé y acompañarle.

Pretender que calle como sea sólo sirve para poner más nervioso a quien está sufriendo. Por el contrario, una actitud comprensiva y paciente le puede ser de gran ayuda.


- Descansar y tener ayuda.

Es fundamental llegar a las horas difíciles con el máximo de energías y disponer de ayuda para poder turnarse.

miércoles, 23 de febrero de 2011

Como seguir teniendo amigos cuando llega el bebé

Cuando un bebé llega a la familia cambia la percepción del tiempo, puesto que el niño requiere de una atención constante. Por ello, a veces, una mujer siente que tiene menos tiempo para poder dedicarlo a su vida social. Especialmente, tiene dificultades para poder hacer nuevasamistades. ¿Cuál ha sido tu experiencia en este sentido?
Para poder hacer nuevas amistades es importante estar receptivo, tener una actitud abierta y mostrar una sonrisa. De hecho, el lenguaje corporal es importante en la comunicación interpersonal. Los medios online son una puerta abierta para todos aquellos que tienen poco tiempo por cuestiones personales o profesionales a la hora de hacer nuevas amistades.
Existen redes sociales como Mobifriends en las que podrás conocer a personas con tus mismas inquietudes y preferencias desde la comodidad del salón de casa. Pero además, también puedes utilizar facebook para retomar el contacto con tus amigos de colegio o deuniversidad.
Además, cuando el niño crece y acude a la guardería tienes posibilidad de entablar contacto con los padres de otros niños al igual que sucede cuando el pequeño cumple tres años y asiste al colegio. Más allá de ser madre cualquier mujer debe mantener su propio espacio para poder desarrollarse a todos los niveles. Muchas parejas que han formado una familia se arrepienten demasiado tarde de no haber cuidado y cultivado sus amistades. Sin duda, cualquier relación muere como consecuencia de la indiferencia.

La educación de nuestros niños

El respeto es uno de los pilares en el trabajo de construcción de la autoestima. Es necesario valorar la situación de los niños y darles fuerzas para que superen sus problemas, e intenten mejorar sus debilidades respetando, sobre todo, su manera de ser, de pensar y de sentir. No se debe intentar cambiar a nadie, pero sí moldear lo que necesite más atención. Debemos respetar el ritmo de nuestros hijos y el tiempo que necesitan para ir asumiendo los cambios en su desarrollo. Cada niño evoluciona siguendo su propio ritmo.

Una educación con límites
Muchas veces, los padres imaginan al niño ideal y llegan a aplastar al niño real, que nada tiene que ver con el que ellos idealizaron. Cuando eso ocurre, el desarrollo personal del niño se verá truncado. Si los padres no pueden ver cómo su hijo es realmente, no le estarán ayudando a conocerse a si mismo. Lo mejor, cuando existen diferencias, es ayudarle a corregir sus defectos de una forma cariñosa y positiva, fundamentada en la necesidad.

Los límites y la disciplina son también una buena base en esta obra constructiva. Los niños necesitan límites firmes, consistentes, claros, y adecuados. Necesitan una buena disciplina, y no que les cuelguen el cartel de culpables, miedosos o agresivos, que son factores que deforman la educación.

Ayuda a tu hijo a construir su autoestima
Para que tu hijo tenga una buena autoestima, no existen recetas preconcebidas. Lo que sí existen son algunas consideraciones que os podrán servir de ayuda:
1. Seguridad. Para que un niño se sienta seguro es necesario que sea aceptado, valorado, y querido por ser como es. La seguridad hará con que el niño actúe con más libertad.
2. Responsabilidad. Para que un niño se sienta capacitado para hacer frente a las diferentes situaciones que ocurren durante su desarrollo, es necesario que sus padres les den la oportunidad de elegir, así como de equivocarse. También, deben proporcionarle el estímulo necesario para aceptar responsabilidades y asumir consecuencias.
3. Respeto. Para que un niño se sienta integrado en su entorno, es necesario que se respete su raza, religión, clase, cultura, etc.
4. Superación. Para que un niño sienta que puede superarse, es necesario que algo le motive. Sus padres pueden motivarle hacia actividades, que beneficien su desarrollo personal, sin olvidarse de sus capacidades.

Antes de poner en práctica estas consideraciones, es necesario que los padres conozcan las carencias de sus hijos, así como sus virtudes. Solamente así, podrán evaluar en qué etapa se encuentra el niño para poder echarle una mano.

Reflejos y signos del bebé en sus primeros días

Los bebés tienen reflejos especiales que duran sólo unos meses. Es bueno saber cuáles son estos reflejos para que no se asuste cuando los vea.
Los siguientes reflejos son normales para el recién nacido:
Reflejo del sobresalto. Este reflejo ocurre cuando la cabeza del bebé cambia de posición rápidamente, cuando la cabeza se cae hacia atrás o cuando el bebé se asusta debido a un ruido fuerte. El bebé reacciona extendiendo los brazos y las piernas y estirando el cuello. Luego, une los brazos rápidamente. Puede que llore cuando lo hace. Este reflejo debe desaparecer después de dos meses.

Reflejo de búsqueda. Es el reflejo que usa el bebé para buscar el pecho de su madre. Si usted toca suavemente la mejilla del bebé con el dedo, el bebé volteará la cabeza hacia su dedo. Esto dura de tres a cuatro meses.

Reflejo de prensión. El bebé agarra cualquier cosa que se le ponga en la palma de la mano y aprieta el puño. Enséñele a su hermano mayor. Dígale, "El bebé quiere agarrarte el dedo". Este reflejo desaparece al cabo de cinco o seis meses.

Reflejo de marcha. Si sostiene al bebé por debajo de las axilas y lo mantiene parado sobre una superficie dura, dará pasitos en el aire. Esto sucede aunque todavía falte mucho para que aprenda a pararse y a caminar. Este reflejo generalmente dura un par de meses.

Consulte con su médico si tiene alguna pregunta sobre los reflejos del bebé.

Síndrome de alienación parental (sap) en niños de padres separados

El Síndrome de Alienación Parental (SAP) es muy discutible porque el SAP no aparece en nuestros manuales de psiquiatría, pero lo que sí es real son los hechos. Hay muchos hombres y mujeres que utilizan a su hijo de manera terrorífica contra el otro y le inducen a tener pensamientos negativos sobre el otro progenitor. ¿Qué consecuencias tiene eso en el hijo? Desvinculación. El niño se desvincula del padre o de su madre y no se ve obligado a nada, no se siente concernido, no se siente convocado por el cariño. En consecuencia, estamos creando unos chavales con unas características psicopáticas distantes, de alta dureza emocional.


¿En qué situación están ahora los procesos de separación en España?
Los procesos de separación están siendo muy mal llevados. En España, hemos modificado la legislación para que los procesos sean muy rápidos, pero pese a esto, los intereses por las custodias (por si te dejo ver al niño o no, por si me tienes que pagar alimentos y no me los pagas), están generando un dolor incalculable.

¿Cuáles son los principales problemas de los jóvenes?
En España, hay dos temas que golpean a los jóvenes, uno es el alcohol en el que se inician a los 13 o 14 años, chicos y chicas por igual, y el otro es el denominado y discutido Síndrome de Alienación Parental donde la deslegitimización del otro y la lucha del uno contra el otro es gravísima. No todo es Kramer contra Kramer. Hay padres que, con tal de sacarle el ojo al otro, son capaces de dañar al hijo.

¿Cómo podemos proteger a un niño en caso de alienación parental?
Es muy difícil. Se puede minimizar el daño, pero es como poner tiritas cuando te están bombardeando. El daño está hecho, la emoción está dañada y la seguridad está perdida. El niño depende del cariño y de la seguridad del dinero. En mi opinión, la fórmula es enseñar a los adultos a aprender a manejarse en la ruptura para no utilizar al niño como arma arrojadiza. Ellos se unirán como pareja y, después, seguramente se separarán. Una vez que se separen, lo importante es hacerlo bien. Para el bienestar de los hijos es fundamental una separación de mutuo acuerdo y para llegar a ella, se puede recurrir a los profesionales, si ven que los necesitan.

¿Cómo podemos evitar pasar del amor al odio e impedir que los niños sufran?
Cuando dos personas no se soportan, la vida nos lleva por caminos distintos. Es importante no convertir el amor en odio, algo que es muy fácil, y que además luego los familiares y los amigos en lugar de intentar diluir, lo potencian. Tenemos que educarnos todos en la filosofía de dejar vivir, porque al final la vida son 30.000 días aproximadamente, no más.

El sano desarrollo del niño físico y mental

Los cinco primeros años de la infancia son, de una forma general, los que más quedan en la memoria de los padres. A esta edad, los niños ya acuden al colegio. Tienen responsabilidades y deberes que hacer. A los niños les encanta jugar con sus amigos, correr o montar en bicicleta.

Son los años en los que el niño depende más de sus padres, en los que el aprendizaje y el crecimiento de los hijos les sorprenden día a día. Es la etapa de los descubrimientos, la que formará su personalidad y sus habilidades. El niño ya muestra sus sentimientos y sus miedos. Es la etapa crucial en la vida de todos.
Los niños crecen por etapas y cada una de ellas lleva su tiempo y tiene su proceso. Estas etapas, unas veces son más rápidas y otras más lentas, pero todas son igual de importantes y bonitas y, por ello, los padres deben disfrutarlas cada una en su momento. Ten en cuenta que cada niño marca la pauta de su desarrollo evolutivo y, por eso, el proceso de aprendizaje de cada pequeño será distinto. Evita hacer comparaciones, forzar o presionar al bebé o al niño para que consiga sus objetivos. Al contrario, trata de ser paciente y comprensivo con ellos.
Por esa razón, guiainfantil.com ofrece una serie de informaciones sobre la evolución del bebé: lo que puede hacer en cada momento según su edad, sus habilidades y cuáles son los logros que puede alcanzar cada mes y año que cumpla.
Es necesario dejar claro de que los datos aquí publicados no son, de ninguna forma, más importantes que la palabra del pediatra. Cada bebé o niño es un mundo distinto, y sus habilidades y capacidades dependerán de la educación y de los estímulos que reciban.
Y recordamos: las informaciones que ofrecemos son de carácter meramente orientativo para los padres.

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